Elegir el color de la pintura. Consejos para el hogar.
A la hora de pintar nuestra casa pueden surgir muchas dudas, ya que el color de las paredes es un detalle fundamental de la decoración de interiores. Por eso, compartamos algunos consejos para hacerlo bien.
Lo más importante del color de nuestras paredes es el efecto que se desea transmitir en la habitación. Para lograr un efecto relajante y elegante, se puede utilizar la técnica del tono sobre tono que consiste en escoger un color base y utilizarlo para los acentos, escogiendo unos más claros de la misma paleta para el resto de las paredes.
La premisa de que los colores claros ayudan a ampliar visualmente un espacio, mientras que los tonos más fuertes u oscuros empequeñecen es real. Si el espacio es amplio y los techos altos, se puede jugar a elegir colores más oscuros, pero si los ambientes son pequeños, mejor optar por tonos pasteles. Si se trata de una vivienda chica, mejor optar por tonos neutros y claros para todas las habitaciones, darán sensación de continuidad y amplitud. Los acentos de color pueden darse en accesorios (almohadones, objetos decorativos, etc.). Una solución intermedia es pintar una pared principal con un color intenso y el resto en tono neutro.
Hay que tener en cuenta el color de los accesorios: pisos, azulejos, muebles y ventanas de la habitación, haciendo combinar el tono elegido con ellos.
Si tienes cuadros o adornos, evita colores como rojo o naranja para las paredes donde se colgarán, el blanco o los verdes pálidos funcionan mejor.
Se debe tener en cuenta que el color nunca quedará igual a como luce en la carta de colores de la pinturería. Al aplicarse en la pared, suelen oscurecerse o intensificare un poco. El vendedor debe asesorarnos en este sentido. Se debe tener en cuenta el color de los accesorios, objetos y muebles de decoración que tienes.
Una idea es optar por algunos tonos diferentes, pintar con ellos sobre una hoja blanca y pegarla en la pared. Se deja pasar entre dos y cinco días antes de tomar la decisión de pintar con alguno de ellos. Durante los cinco días prueba volver a ver el color en diferentes momentos del día para ver como luce en la mañana, en la tarde y en la noche. Es una buena manera de elegir el color acertado.
En este sentido, hay que tener en cuenta que las diferentes luces (frías, cálidas), darán distintos efectos sobre el color, prueba el color de pintura con las luces que vayas a utilizar en el ambiente, y luego no las cambies.
En dormitorios y escritorios no es aconsejable los colores demasiado brillantes como el amarillo, fucsia o rojo porque no favorecen el descanso y la concentración. Los azules y verdes más claros o apagados, son propicios para actividades como dormir, leer, descansar, estudiar, trabajar, que requieren que estemos tranquilos y enfocados.
