El impacto de las parafarmacias en los centros comerciales para las farmacias

  Salud

En los últimos años hemos ido viendo como las parafarmacias se han consolidado cómo un establecimiento muy solicitado; aquí se comercializan artículos que no son medicamentos, pero que si tienen una alta demanda. Se pueden usar o aplicar por el ser humano, tanto para cuidar la salud, cómo para poder mejorarla.

Por lo general, una farmacia es parafarmacia al mismo tiempo; es decir, que puede vender medicamentos que precisen de receta y, además, también productos pensados para el cuidado de nuestra salud.

El problema es que no todo el mundo puede montar una farmacia puesto que necesitaremos estar en disposición de un título universitario o un cíclo de ayudante a la gerencia farmacéutica, la cédula de colegiación del titular, tener un local, licencia sanitaria, registrar la patente en la industria, darnos de alta en Hacienda y, además, cumplir con las normativas del lugar sobre si hay una farmacia cerca.

En otras palabras: no todo el mundo puede abrir una farmacia.
Sin embargo, si que pueden montar una parafarmacia. De hecho, ahora es muy común verlas en centros comerciales en dónde consiguen la mayor parte de sus clientes.

Farmacias VS parafarmacias: una guerra abierta

Según los propietarios de algunas parafarmacias, el problema que existe es que este tipo de comercio se encuentran con un montón de trabas para que puedan extender su modelo de negocio. La tensión llega hasta el punto en el que existen laboratorios farmacéuticos que se negarán en redondo a servir a una parafarmacia para que luego las farmacias no les boicoteen por comercializar con ellas.

Cuando el propietario de una parafarmacia decide montar este tipo de negocio, ve un sector que está abierto a muchas posibilidades. Sin embargo, cuando empieza a buscar proveedores, aunque al principio hay muchos, no tarda en llegar a la conclusión de que muchos de ellos harán como si fuera invisible.

Precisamente debido a esta situación de discriminación, podemos encontrar algunos almacenes que se especializan, precisamente, en productos de parafarmacias que pueden servir la gran mayoría del género que necesitan. Estos almacenes dan la ventaja que el propietario pueda hacer pedidos no tan grandes, por lo que pueden conseguir el producto que necesitan.

Esto también tiene un problema y es que los descuentos que consiguen no son demasiado elevados, lo cual hace que este negocio sea algo más complicado de llevar, además de dar una clara ventaja a las farmacias a la hora de comercializar los mismos productos.

¿Qué es lo que más le interesa al cliente?

Aunque al principio había algunas confusiones (por ejemplo, que un cliente fuera a pedir una receta a una parafarmacia), ahora parece que ya hemos entendido a lo que se dedica cada una de ellas. Por lo general, una parafarmacia se especializa más en productos fitoterapéuticos en los que se estudian los principios activos de las plantas, así como las interacciones y contraindicaciones que un determinado medicamento puede llegar a tener. Aunque una farmacia sea parafarmacia al mismo tiempo, si el cliente busca este tipo de productos, suele decantarse más por la segunda opción.