Rey Leonidas

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El rey Leónidas es el 17º rey de Esparta siguiendo la línea de los Agiadas. Era uno de los hijos del rey Anaxandridas II de Esparta. Según los registros que se manejan, sucedería a su hermanastro Cleómenes II en algún período comprendido entre los años 489-488 a. C.

Su propio ascenso al poder fue toda una sorpresa: y es que Leónidas tenía dos hermanos mayores, pero Cleómenes fallecería sin descendencia y Dorio falleció un poco antes que su otro hermano, en la guerra contra los cartagineses en Sicilia.

El rey Leónidas fallecería en la batalla de las Termópilas, en un acto heroico mientras bloquearía el avance del ejército persa del rey Jerjes I.
En las siguientes líneas vamos a estudiar la historia de este popular personaje de la historia.

Todo lo que siempre quisiste saber sobre el rey Leónidas

El origen de la leyenda

Leónidas significa literalmente hijo de León. Nacería en el año 540 a. C. en Esparta (Grecia central). Era el cuarto hijo del rey Anaxandrinas. Cómo no era un heredero directo (aunque finalmente acabaría con hacerse con el poder), tuvo que formarse en las escuelas espartanas en cuyo sistema de disciplina era bastante férreo. Fue un suceso único ya que pocos reyes de Esparta siguieron este camino.

Ascendería al poder una vez que su hermano Cleómenes I moriría en torno a los años 488-485 a. C. Las referencias indican que su hermano se suicidaría en prisión, habiendo enloquecido una vez que se puso al descubierto su complot contra Demarato, rey al que había destronado.

Sin embargo, no se sabe demasiado sobre el rey Leónidas antes de la experiencia previa a la batalla de las Termópilas. No obstante, debido a las proezas que realizó en tal batalla, se da por hecho que en el pasado había participado en ciertas batallas menores en diferentes conflictos que englobaron a Grecia.

Su gran enemigo fue el rey persa Jerjes quien finalmente le daría muerte. A lo largo de los años 940 a. C., Demarato, el rey que había exiliado el hermano de Leónidas, se enteró de que Jerjes estaba preparando una ofensiva contra Esparta, y quiso avisarles a través de un mensaje secreto.

Este mensaje llegaría al rey Leónidas en una tabla de cera. En un primer momento, nadie pareció entender el mensaje. Sin embargo, sería la propia esposa de Leónidas, Gorgo, quien llegaría a la conclusión de que detrás de la cera que cubría la tabla habría un mensaje oculto.

Y este es el mensaje que aparecería escrito la tabla:
“Mirad, habitantes de la extensa Esparta, o bien vuestra poderosa y eximia ciudad es arrasada por los descendientes de Perseo, o no lo es; pero en ese caso, la tierra de Lacedemón llorará la muerte de un rey de la estirpe de Heracles
Pues al invasor no lo detendrá la fuerza de los toros o de los leones ya que posee la fuerza de Zeus. Proclamo en fin, que no se detendrá hasta haber devorado a una u otro hasta los huesos”
Cómo no estaba demasiado claro, los Espartanos decidieron recurrir al oráculo de Delfos con el objetivo de que se interpretase el mensaje y tuvieran claro el camino que debían seguir.

Al parecer, este mensaje daba únicamente dos opciones al pueblo: o bien Esparta tenía que decir adiós a su rey, o bien terminaría siendo conquistada por los persas.

Jerjes y su intento de conquistar sin usar la fuerza

Jerjes mandaría a sus emisarios a las diferentes ciudades para exigir tierra y agua, siendo tomado como un símbolo de su misión. Algunas ciudades como Esparta se resignaron completamente a ceder ante estas exigencias, por lo que arrojaron a los emisarios a un pozo.

Esta forma de actuar haría que el rey Jerjes enloqueciera por completo, llegando un punto en el que ya no negociaría, sino que se lanzaría a la ofensiva.

La batalla de las Termópilas

El oráculo de Delfos recomendaría a Leónidas que no acudiera a esta batalla, ya que acabaría muerto. Sin embargo, el rey no tenía miedo de este funesto destino: aseguraba que o volvería con su escudo bajo el brazo, o bien encima del mismo.

La cantidad de efectivos del ejército persa era de unos 200.000 soldados, en donde se incluyan a los reconocidos como Inmortales (llamados así por la gran capacidad de reacción para sustituirse unos por otros). Por otra parte, se enfrentaba el ejército griego, con la esperanza de que retuviera ante a los persas el tiempo suficiente para que el resto de la flota pudiera atacar.

Leónidas se presentó con 300 de los hombres más valerosos de toda Esparta.

En cualquier caso, el número de efectivos de los persas era claramente superior.
Leónidas situaría sus hombres en la parte más estrecha del paso. Antes de producirse la batalla, el rey de los persas enviaría a un mensajero para que pudiera establecer las condiciones de negociación con Leónidas, ofreciéndole la libertad, así como el “título de amigos del pueblo persa” para sus aliados directos. Sin embargo, Leónidas rechazaría por completo estas condiciones.

La batalla empresarial con buen pie para los Espartanos y para los griegos. Y es que el hecho de que ese paso fuera tan estrecho (de unos 100 m) hacía que, por muy numerosas que fueran las tropas persas, tan sólo pudieran pasar un pequeño puñado de hombres.

Y así pudieron aguantar hasta tres días. Sin embargo, el griego Efialtes de Tesalia, cegado por el dinero, traicionaría a su propio bando revelando al rey de los persas un camino que les permitiría atacarles por la retaguardia.

Cuenta la leyenda que, una vez que Leónidas murió, tal era la lealtad de los Espartanos que se colocaron delante del cuerpo para evitar que los persas los desmembrarán. Una vez que hubieron acabado con todos, el rey Jerjes le cortaría la cabeza a Leónidas y la colocaría sobre una pica.

Leonidas moriría el 11 de agosto del año 480 a. C., con la edad de 60 años.